jueves, 1 de enero de 2015

Por sobre las necesidades de los adultos están las necesidades de los hijos. Tiempo de calidad y de cantidad.


"Ay, no sé! pero mis hijos son súper mega felices y eso que lloraron 6 meses seguidos para aprender a dormir solos, y no les ha pasado nada, pero nada de nada!!. Los mandé a la sala cuna apenas se le secó el ombligo, porque claro, yo debo "realizarme", desarrollarme profesionalmente. No me puedo quedar encerrada en la casa criando." 
"¿Qué importa? ellos no se quejan, no se dan cuenta que sólo llegan a dormir a la casa, total, les compro haaaartas cosas y ellos son felices." 

Ahora no se quejan, pero son conscientes de ese abandono, y la adolescencia está a la vuelta de la esquina para recordárselo...

Cuando uno, como adulto, decide ser madre o padre debe entender que por sobre las necesidades de los adultos están las necesidades de los hijos, y pasar tiempo de calidad y de CANTIDAD con los hijos es una necesidad. Nos guste o no. 
La M(P)aternidad no puede ser una lucha, debe ser un goce. La M(P)aternidad sin deseo es un problema. 
La infancia dura poco y debe tener un valor prioritario, criar a las futuras mujeres y hombres es una de las tareas más importantes que existen en el nivel que lo quieran ver, social, político, filosófico o económico.
Ya hay demasiados estudios que demuestran los daños, los estragos que causa la ausencia materna. 
Es mejor aprovechar el tiempo presente para darles muchos besos, conversar, cantar, bailar, enseñarles sobre respetar a los demás. Leerles cuentos, dejarlos más tiempo en la tina y que se coman un helado más... creo que el placer hace bien para el desarrollo del cerebro y para que el corazón se ponga rojito de amor.


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