Siendo sincera, me bastaba con un "Pienso en ti", " Te recuerdo" o por último un "Hola". Quizás tan sólo escuchar su voz... Imaginaba que hablaba "chévere" como El Puma, sí, como José Luis Rodriguez, mi amor platónico de niña, quien casualmente es de Venezuela. País donde se había ido a vivir a quien por ese entonces llamaba "papá"... Mmm Freud asustado con esta asociación.
Pero no, en esa época no había facebook, así que nunca recibí esa llamada, visita o mensaje. Claro, ahora que compartió una foto con dedicatoria en mi perfil de facebook, entiendo que para él siempre va a ser mejor hacerlo pa´la galería. Que los demás lo vean y alaben.
Pero no, en esa época no había facebook, así que nunca recibí esa llamada, visita o mensaje. Claro, ahora que compartió una foto con dedicatoria en mi perfil de facebook, entiendo que para él siempre va a ser mejor hacerlo pa´la galería. Que los demás lo vean y alaben.
Tiene que haber sido gratificante recibir varios "Me gusta" en un muro que no es el suyo. ¡¡¡Liiiindo!!! pensaron varios al leer palabras tan amorosas y tiernas que me dedicaba mi "cariñoso padre".
Encontré último que quisiera reencontrarse así conmigo, de forma tan invasiva, con una foto de su madre colgada en mi muro, pero luego pensé que estaba bien responderle de la misma manera, no hacerlo privado, de esta manera se visibilizan este tipo de abandonos, de violencia... violencia invisible, pero violencia al fin y al cabo.
Aquí va su publicación:
-"Hola Evelyne Sollang. Feliz Año Nuevo te desea tu papa, te quiero mucho. Mis nietas están lindas y bellas igual que su mama y Nacho es todo un hombre, Dios lo cuide mucho. Te quiero y te amo, tu papa. Dile a Pamela Palma E que la quiero y la amo mucho su papa Alberto."
Mi respuesta:
-¿¡Hasta cuándo la inconsecuencia, la incongruencia¡? Díselo tú, esas son cosas que dicen los padres directamente a los hijos, no las mandan a decir, y menos con las hermanas (deberías saberlo teniendo 5 hijas ... ¡Ah! ¡No! verdad que sólo criaste 2. Las nacidas en Venezuela).
Si realmente te interesa, te puedo dar su teléfono o su correo, aunque perfectamente le podías haber escrito en su muro como lo hiciste en el mío. Habla con ella, pregúntale cómo está, averigua qué necesita. Si realmente veo que tienes interés podría pensar en no llamarte más chanta, cuentero, care'raja.
Por ahora no me vengas con: "te amo, te quiero, tu papá, mis nietas". Apareces ahora que tengo 40 años (hace un mes los cumplí, el día 4, por si'aca no te acuerdas), dándotelas de padre amoroso. Te perdiste 38 cumpleaños, y ahora quieres que te haga la ola. Abandonaste a 3 hijas pequeñas, ninguna llegaba a los 4 años.
¿Sabes lo único que necesitan los niños a esa edad? es a MAMÁ y PAPÁ, es decir, brazos, meceos, canciones, besos, calor, cariño, AMOR. No tuve nada de eso. Viví lo que ninguna persona, menos un niño debe vivir. No había ningún adulto confiable, responsable para protegerme, y los que estaban, miraban para otro lado. Fácil. ¿A quién le importa? si hasta al padre, el obligado a protegerla y cuidarla la abandonó.
Colgaste en mi muro una foto de tu madre, quien acaba de fallecer. Imagino invadido por un simulacro de buenas intenciones y de amor producto de las fechas (navidad) y su reciente muerte. Sólo siento que mi hermana de Venezuela se entere a través de su facebook, porque seguramente te ayudó a ponerte en contacto conmigo y usó su página con la mejor de las intenciones. Pero ya es grande y está bien que sepa quién realmente eres.
Encontré último que quisiera reencontrarse así conmigo, de forma tan invasiva, con una foto de su madre colgada en mi muro, pero luego pensé que estaba bien responderle de la misma manera, no hacerlo privado, de esta manera se visibilizan este tipo de abandonos, de violencia... violencia invisible, pero violencia al fin y al cabo.
Aquí va su publicación:
-"Hola Evelyne Sollang. Feliz Año Nuevo te desea tu papa, te quiero mucho. Mis nietas están lindas y bellas igual que su mama y Nacho es todo un hombre, Dios lo cuide mucho. Te quiero y te amo, tu papa. Dile a Pamela Palma E que la quiero y la amo mucho su papa Alberto."
Mi respuesta:
-¿¡Hasta cuándo la inconsecuencia, la incongruencia¡? Díselo tú, esas son cosas que dicen los padres directamente a los hijos, no las mandan a decir, y menos con las hermanas (deberías saberlo teniendo 5 hijas ... ¡Ah! ¡No! verdad que sólo criaste 2. Las nacidas en Venezuela).
Si realmente te interesa, te puedo dar su teléfono o su correo, aunque perfectamente le podías haber escrito en su muro como lo hiciste en el mío. Habla con ella, pregúntale cómo está, averigua qué necesita. Si realmente veo que tienes interés podría pensar en no llamarte más chanta, cuentero, care'raja.
Por ahora no me vengas con: "te amo, te quiero, tu papá, mis nietas". Apareces ahora que tengo 40 años (hace un mes los cumplí, el día 4, por si'aca no te acuerdas), dándotelas de padre amoroso. Te perdiste 38 cumpleaños, y ahora quieres que te haga la ola. Abandonaste a 3 hijas pequeñas, ninguna llegaba a los 4 años.
¿Sabes lo único que necesitan los niños a esa edad? es a MAMÁ y PAPÁ, es decir, brazos, meceos, canciones, besos, calor, cariño, AMOR. No tuve nada de eso. Viví lo que ninguna persona, menos un niño debe vivir. No había ningún adulto confiable, responsable para protegerme, y los que estaban, miraban para otro lado. Fácil. ¿A quién le importa? si hasta al padre, el obligado a protegerla y cuidarla la abandonó.
Colgaste en mi muro una foto de tu madre, quien acaba de fallecer. Imagino invadido por un simulacro de buenas intenciones y de amor producto de las fechas (navidad) y su reciente muerte. Sólo siento que mi hermana de Venezuela se entere a través de su facebook, porque seguramente te ayudó a ponerte en contacto conmigo y usó su página con la mejor de las intenciones. Pero ya es grande y está bien que sepa quién realmente eres.
Bueno ¿Quieres hablar? OK. Hablemos. Pero hablemos a calzón quitáo. ¡¡No te creo NADA!! no te recuerdo, no te conozco, no te quiero. ¿Cómo hacerlo si eres un absoluto desconocido?.
¿Sabes? durante muchos años soñé que llegarías a buscarme. Quería creer en ti. De pequeña pretendía que por tu trabajo viajabas mucho, pero que un día llegarías y me dirías "Vamos, se acabó. Nos vamos a Venezuela" y que por fin dejaría el infierno en el que vivía.
Hubo una época en la que rezaba; sí, era ingenua, era una niña. Rezaba para que alguien me sacara de ahí. Rezaba para que mi madre no volviera enojada. Rezaba para que no peleara con su pareja (la que tuviera en ese momento) y no se desquitara conmigo o mis hermanas. En total mi madre tuvo 7 hijos, pero en ese momento éramos 4 hijas.
Las que estábamos a su "cuidado" sólo 3 (Cinthya, Paulina y yo). Afortunadamente Pamela fue "adoptada" por mi abuela. Decidió hacerlo al verla en muy mal estado después de una tremenda golpiza. Golpiza obviamente dada por nuestra madre. De esa manera se salvó de muchos malos tratos, humillaciones, violencia. Pero no creas que tu ausencia no caló hondo en su vida.
También rezaba para que sólo nos encerrara con candado en nuestra habitación, como lo hacía a diario, sin más entretención que mirarnos y hablar. Que sólo nos encerrara era un alivio, lo normal era golpearnos hasta vernos desfallecer. Tengo tantas cicatrices en mi cuerpo de esos días: Una que me cruza el labio, en la espalda, piernas, etc. ... ¡Uf! Lo bueno es que no recuerdo cómo se hicieron. No recuerdo mis palizas, pero las de mis hermanas sí, ésas, las tengo grabadas con sangre.
Sé lo que me dirás (esa historia ya la oí, me la contaron de tu parte):
¿Sabes? durante muchos años soñé que llegarías a buscarme. Quería creer en ti. De pequeña pretendía que por tu trabajo viajabas mucho, pero que un día llegarías y me dirías "Vamos, se acabó. Nos vamos a Venezuela" y que por fin dejaría el infierno en el que vivía.
Hubo una época en la que rezaba; sí, era ingenua, era una niña. Rezaba para que alguien me sacara de ahí. Rezaba para que mi madre no volviera enojada. Rezaba para que no peleara con su pareja (la que tuviera en ese momento) y no se desquitara conmigo o mis hermanas. En total mi madre tuvo 7 hijos, pero en ese momento éramos 4 hijas.
Las que estábamos a su "cuidado" sólo 3 (Cinthya, Paulina y yo). Afortunadamente Pamela fue "adoptada" por mi abuela. Decidió hacerlo al verla en muy mal estado después de una tremenda golpiza. Golpiza obviamente dada por nuestra madre. De esa manera se salvó de muchos malos tratos, humillaciones, violencia. Pero no creas que tu ausencia no caló hondo en su vida.
También rezaba para que sólo nos encerrara con candado en nuestra habitación, como lo hacía a diario, sin más entretención que mirarnos y hablar. Que sólo nos encerrara era un alivio, lo normal era golpearnos hasta vernos desfallecer. Tengo tantas cicatrices en mi cuerpo de esos días: Una que me cruza el labio, en la espalda, piernas, etc. ... ¡Uf! Lo bueno es que no recuerdo cómo se hicieron. No recuerdo mis palizas, pero las de mis hermanas sí, ésas, las tengo grabadas con sangre.
Sé lo que me dirás (esa historia ya la oí, me la contaron de tu parte):
"Nos casamos tan jóvenes", "Es que tu madre era muy violenta", " Ya no la soportaba" y bla, bla, bla.
Tienes razón, eran jóvenes, pero te cuento que yo también fui madre joven y también me separé muy joven. Tenía 23 años cuando decidí separarme.
Dejé el sur de Chile y me fui a Santiago. Hasta ahí nuestra historia se parece.
Por eso entiendo que se hayan separado, las relaciones no siempre son fáciles. También entiendo que hayas abandonado la casa, la ciudad, y mira tú, las coincidencias de la vida, el país, yo también lo hice. Pero la gran diferencia es que no me fui sola, agarré a mi hijo de 3 años y lo llevé conmigo. Y ¿sabes? NUNCA pasó por mi cabeza abandonarlo. Jamás fue opción dejar de ver a mi hijo. Eso me lo explicas como quieras, pero no existe justificación. PUNTO.
También es cierto que mi madre era una mujer violenta, una mujer agresiva (sólo con los hijos, porque con las demás personas era una mujer encantadora y alegre). Siendo adulta entendí que era una mujer enferma, una mujer con graves problemas emocionales, completamente inestable, pero ¡¡¡POR FAVOR!!! aún así nos dejaste. Con mayor razón debías protegernos y en cambio decidiste dejar completamente desamparadas a tus 3 hijas.
¿Cómo pudiste vivir tan feliz? ¿Cómo pudiste formar una nueva familia? ¿Cómo pudiste tener 2 hijas más y mirarlas y no pensar en las que dejaste a su suerte? ¿Cómo podías acunarlas, abrazarlas, contarles cuentos y no sentir un atisbo de remordimiento que te hiciera buscarnos?. La única respuesta es que no tienes conciencia ni siquiera sentido común.
Junto a la foto de tu madre me dedicas palabras, imagino, como muestra de sensibilidad, porque de arrepentimiento no veo nada. Y te digo que a estas alturas de mi vida no necesitas mostrarme nada. En serio, no necesito nada tuyo.
Puedo llegar a sentir algo de pena por su muerte al imaginar el dolor que provocó en mis tías, hermanas y primas. Pero no puedo fingir emociones de pesar por ti o por ella, porque era una extraña para mí. Aunque reconozco tener un vívido recuerdo de ella (no así de ti). Recuerdo la vez que fue a visitarnos a La Unión con mi primo Cristián, deseaba tanto irme con ellos. Recuerdo mis ganas de acompañarlos en su viaje. Eso recuerdo. Triste porque eran unos desconocidos.
No sé ni me interesa saber qué pensarás de esta carta (eso si es que la terminas de leer, ya que probablemente veas que se pone un poco seria y tu interés desaparezca. Nada raro, no?).
Sé que la verdad a veces duele, puede ser fuerte, dura. Pero la verdad siempre alivia. Nos orienta, nos da estructura. Nos deja descansar... "Aaaaa, eso es. Ahora entiendo". Y como quieres hablar, dale, hablemos con la verdad.
En todas las familias hay conflictos, no conozco una sola libre de ellos. No quiero justificar a nadie, pero quizás la solución no era salir arrancando. Te faltó valentía, sinceridad, verdad. En todas las familias hay secretos, así los pasamos de generación en generación; muertes trágicas, adopciones, hijos no reconocidos, maltratos, alcoholismos, golpes, el abuelo con 2 familias, el tío ladrón, la tía "puta", la tía bipolar, el tío abusador...
Pero en muy pocas familias hay espacio para mostramos tal cual somos, con todos nuestros errores, mentiras, dolores ... Y con todas nuestras necesidades de amor, cariños, atenciones, miradas, palabras. Hoy en día tengo eso, tengo esa familia (por supuesto que me refiero a mi marido y 3 hijos). Soy feliz. Si hay cariño y confianza se pueden resolver conflictos. Hoy estoy más clara que nunca. Confío en mi familia, en mí, pongo límites, no me dejo mal tratar nunca más.
Debes saber que esperé por ti, recé por ti, pero crecí y dejé de ser una niña ingenua. Y así fue como dejaste de existir, dejaste de ser tema. Te volviste un fantasma que aparecía muy de vez en cuando, como cuando hace algunos años en Madrid me preguntaron tu nombre completo, fecha de tu nacimiento, lugar de nacimiento, dirección actual y no supe qué decir. Como era sólo un trámite, inventé, creo que incluso te resté años.
Hoy acepto y asumo todo lo que viví, soy la que soy producto de todo lo vivido. Mis sombras (son muchas y tú eres parte importante de su origen) ya no me pesan.
Hubo ocasiones en que intenté ahogarlas con alcohol o con mucha nicotina...así las espantaba. Pero aprendí a aceptarlas y no escapar más de ellas.
Fue así como un día decidí que ya no más, decidí armarme con todos mis trocitos y comencé a latir nuevamente. Me cuido, me quiero, respeto mis ritmos y deseos. No hago nada que no desee hacer y desde que lo hago vivo tanto más feliz.
Sigue tu vida, haz lo que quieras, siempre lo has hecho.
Sólo me interesa que sepas que un verdadero hombre, un verdadero Papá, como te autodenominas, no sólo manda "dólares" durante unos meses o años (tu majadería es extrema al jactarte de ello, como si te eximiera de toda responsabilidad).
Un verdadero padre cría a sus hijos.
Tienes razón, eran jóvenes, pero te cuento que yo también fui madre joven y también me separé muy joven. Tenía 23 años cuando decidí separarme.
Dejé el sur de Chile y me fui a Santiago. Hasta ahí nuestra historia se parece.
Por eso entiendo que se hayan separado, las relaciones no siempre son fáciles. También entiendo que hayas abandonado la casa, la ciudad, y mira tú, las coincidencias de la vida, el país, yo también lo hice. Pero la gran diferencia es que no me fui sola, agarré a mi hijo de 3 años y lo llevé conmigo. Y ¿sabes? NUNCA pasó por mi cabeza abandonarlo. Jamás fue opción dejar de ver a mi hijo. Eso me lo explicas como quieras, pero no existe justificación. PUNTO.
También es cierto que mi madre era una mujer violenta, una mujer agresiva (sólo con los hijos, porque con las demás personas era una mujer encantadora y alegre). Siendo adulta entendí que era una mujer enferma, una mujer con graves problemas emocionales, completamente inestable, pero ¡¡¡POR FAVOR!!! aún así nos dejaste. Con mayor razón debías protegernos y en cambio decidiste dejar completamente desamparadas a tus 3 hijas.
¿Cómo pudiste vivir tan feliz? ¿Cómo pudiste formar una nueva familia? ¿Cómo pudiste tener 2 hijas más y mirarlas y no pensar en las que dejaste a su suerte? ¿Cómo podías acunarlas, abrazarlas, contarles cuentos y no sentir un atisbo de remordimiento que te hiciera buscarnos?. La única respuesta es que no tienes conciencia ni siquiera sentido común.
Junto a la foto de tu madre me dedicas palabras, imagino, como muestra de sensibilidad, porque de arrepentimiento no veo nada. Y te digo que a estas alturas de mi vida no necesitas mostrarme nada. En serio, no necesito nada tuyo.
Puedo llegar a sentir algo de pena por su muerte al imaginar el dolor que provocó en mis tías, hermanas y primas. Pero no puedo fingir emociones de pesar por ti o por ella, porque era una extraña para mí. Aunque reconozco tener un vívido recuerdo de ella (no así de ti). Recuerdo la vez que fue a visitarnos a La Unión con mi primo Cristián, deseaba tanto irme con ellos. Recuerdo mis ganas de acompañarlos en su viaje. Eso recuerdo. Triste porque eran unos desconocidos.
No sé ni me interesa saber qué pensarás de esta carta (eso si es que la terminas de leer, ya que probablemente veas que se pone un poco seria y tu interés desaparezca. Nada raro, no?).
Sé que la verdad a veces duele, puede ser fuerte, dura. Pero la verdad siempre alivia. Nos orienta, nos da estructura. Nos deja descansar... "Aaaaa, eso es. Ahora entiendo". Y como quieres hablar, dale, hablemos con la verdad.
En todas las familias hay conflictos, no conozco una sola libre de ellos. No quiero justificar a nadie, pero quizás la solución no era salir arrancando. Te faltó valentía, sinceridad, verdad. En todas las familias hay secretos, así los pasamos de generación en generación; muertes trágicas, adopciones, hijos no reconocidos, maltratos, alcoholismos, golpes, el abuelo con 2 familias, el tío ladrón, la tía "puta", la tía bipolar, el tío abusador...
Pero en muy pocas familias hay espacio para mostramos tal cual somos, con todos nuestros errores, mentiras, dolores ... Y con todas nuestras necesidades de amor, cariños, atenciones, miradas, palabras. Hoy en día tengo eso, tengo esa familia (por supuesto que me refiero a mi marido y 3 hijos). Soy feliz. Si hay cariño y confianza se pueden resolver conflictos. Hoy estoy más clara que nunca. Confío en mi familia, en mí, pongo límites, no me dejo mal tratar nunca más.
Debes saber que esperé por ti, recé por ti, pero crecí y dejé de ser una niña ingenua. Y así fue como dejaste de existir, dejaste de ser tema. Te volviste un fantasma que aparecía muy de vez en cuando, como cuando hace algunos años en Madrid me preguntaron tu nombre completo, fecha de tu nacimiento, lugar de nacimiento, dirección actual y no supe qué decir. Como era sólo un trámite, inventé, creo que incluso te resté años.
Hoy acepto y asumo todo lo que viví, soy la que soy producto de todo lo vivido. Mis sombras (son muchas y tú eres parte importante de su origen) ya no me pesan.
Hubo ocasiones en que intenté ahogarlas con alcohol o con mucha nicotina...así las espantaba. Pero aprendí a aceptarlas y no escapar más de ellas.
Fue así como un día decidí que ya no más, decidí armarme con todos mis trocitos y comencé a latir nuevamente. Me cuido, me quiero, respeto mis ritmos y deseos. No hago nada que no desee hacer y desde que lo hago vivo tanto más feliz.
Sigue tu vida, haz lo que quieras, siempre lo has hecho.
Sólo me interesa que sepas que un verdadero hombre, un verdadero Papá, como te autodenominas, no sólo manda "dólares" durante unos meses o años (tu majadería es extrema al jactarte de ello, como si te eximiera de toda responsabilidad).
Un verdadero padre cría a sus hijos.
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