domingo, 30 de abril de 2017

Y cosas de este tipo me mandan para concienciarme jo jo jo

Corintios 14:33-35 : “…Vuestras mujeres callen en las congregaciones. Pues no les es permitido hablar, sino que estén sujetas, como también la ley lo dice. Y si quieren aprender algo, pregunten en casa a sus maridos; porque es indecoroso que una mujer hable en la congregación.”

¡CHUCHA! Hablo más que la cresta y escribo lo que se me para la raja y siempre se me olvida preguntarle a mi marido 😂😂🤣🤣🤣

Esto a propósito del gurú que el otro día me mandó los proverbios para concienciarme que pegar a los niños a varazo limpio les hace súper y que la poco empática soy yo por no entender a esos papitos.









Usar la compasión para manipular a las mujeres es uno de los trucos más antiguos y más difíciles de detectar.

Las mujeres tenemos un problema muy grande con la generosidad y la compasión, la mayoría de las mujeres lo hemos vivido. Aunque la verdad yo lo tengo superado.

Nos han hecho creer que estamos obligadas a ser siempre las buenas, las que aguantan calladitas, las sacrificadas, las pacientes, así por ejemplo, muchas creen que sólo con su amor es suficiente. Como si con el amor de la mujer se pudiera cambiar al narciso que tienen al lado. Y si un buen día despiertan y se quejan, las malas son ellas. O sea, te putean, te putean y luego dicen que estás loca. Típico. La peor de las manipulaciones es la que te deja sin derecho a defenderte: "¡Uy, cómo te pones!. Estás loca!".

Perdonen, pero tenemos derecho a enfadarnos. La indignación es un buen recurso emocional, mucho mejor que la desesperanza. La indignación moviliza a buscar soluciones.

Está muy bien consolar a alguien al verlo sufrir, pero no hay que dejarse manipular por nadie: "sin ti me muero", "perdóname, nunca más te pego", "me mato si te vas", "Tuve un mal día y me desquité contigo". Eso es abuso.

Usar la compasión para manipular a las mujeres es uno de los trucos más antiguos y más difíciles de detectar (y esto se aplica a cualquier tipo de relación, no sólo para pareja). Ninguna mujer quiere ser la mala, de chiquititas nos han enseñado que las mujeres deben ser buenas, así que cuando alguien viene y te dice que debes entender a los demás porque si no lo haces es que no quieres su felicidad, te pones nerviosa y acatas calladita. Como si la felicidad de los demás fuera tu responsabilidad. "Esta por mamá, esta por papá" ¿Les suena?

La compasión, la generosidad y la empatía son de los comportamientos prosociales básicos para la supervivencia del grupo. Pero no todas las actitudes merecen compasión, generosidad ni empatía. El amor es muy importante en toda relación humana, siempre lo he defendido, pero guste o no, a veces con el amor no basta. Y no hay que olvidar que el respeto y el amor propio son esenciales.

Ojalá las mujeres fueran realmente conscientes de la cantidad de violencia que las rodea, de todo lo que sucede entre los muros que se supone deben protegerlas.
Ojalá las mujeres dejaran de tragarse tanta amargura, vergüenza y tristeza y la convirtieran en indignación para defenderse y dejar de empatizar con los pobrecitos acosadores/maltratadores que las responsabilizan por sus actos.

Basta de creer que las buenas mujeres deben proteger a los machos violentos.

Hay que proteger a los hijos, a las hermanas, a una misma, aunque a menudo la sociedad e incluso la misma familia, diga lo contrario.

La sociedad es machista con respecto al papel que juega la mujer en ella, una sociedad que justifica y culpa a las víctimas de ser copartícipes o provocar, es una sociedad enferma, disociada, inconsciente, incapaz de discernir entre lo patológico y lo saludable, entre la ética y la corrupción, entre el respeto y el abuso...






jueves, 27 de abril de 2017

Pueden ser religiosos o ateos. Comer costillas o ser veganos. Tomar leche de vaca o sólo agua. Ser malhablados o circunspectos. Me da igual. A mi me importa que traten bien a los niños

Escribir un Post sobre el maltrato infantil remueve mucho la caverna. Pues sólo digo una cosa: al que le pique que se rasque, por algo será. Pero a mí no me vengan a intentar manipular,y menos a tratar de convencer, mandándome proverbios. Un hombre muy empático, con aires de gurú, de esos que vibran con el universo, que leen runas y todas esas cosas mágicas, pretende que me crea que el maltrato infantil es estupendo para los niños y me intenta manipular diciendo que soy muy poco empática con los padres que se guían por la Biblia para criar a sus hijos.

¿En serio? Maltratadores de niños a mí y con estos truquitos, a estas alturas. Pfff

Hay cosas que no se hacen porque están mal, no importa que lo diga fulanito, menganito o la Biblia. En ciertas cuestiones morales las religiones dan asco. Que vean como algo normal el maltrato no quiere decir que sea sano, por el contrario. El fanático es polar, sólo ve lo que quiere ver.

Además, venir a mi muro a decirme lo que tengo que escribir es como mínimo desubicado. Yo no voy a visitar ni a aconsejar a nadie a sus muros. A partir de ahora no hablaré más del maltrato infantil. No seré sarcástica. Lo prometo por los unicornios rosados. Sólo escribiré muy dulce y cuqui para ese público que ni siquiera tengo en mis contactos y me manda mensajes privados. Tampoco escribiré nada más sobre la infancia o las mujeres o de lo que me dé la gana. Maldición. Qué mierda todo. No podré decir garabatos y menos garabatos que no sean aceptadas por los hombres que me explican cosas. 

A ver, aclaremos algo, cada cual cría a su hijos como quiere, no hay fórmulas. Pueden ser religiosos o ateos. Comer costillas o ser veganos. Tomar leche de vaca o sólo agua. Ser malhablados o circunspectos. Me da igual. A mi me importa que traten bien a los niños y que las mujeres no se dejen pisotear. Si a alguien le escandaliza lo que escribo, no me lea. Corta.

La empatía y la compasión no pueden usarse para justificar comportamientos abusivos. Si alguien necesita consuelo por la culpa que le pesa que la busque en otro lado, pero yo no me dejo manipular. Los seres humanos adultos nos regimos por valores morales. No maltratar a otros es el principio fundamental de la convivencia. Si encima se hace a conciencia, porque hoy en día la información está ahí para el que quiera, no merece ni mi compasión, ni mi respeto.





jueves, 20 de abril de 2017

Juicio a padre que torturó a su hijo por años...Pero ¡OJO! puede que no cumpla pena efectiva y el niño sea devuelto al "hogar".

Se me revuelven las tripas y se me apretuja el corazón al leer la noticia del padre de Castro (Chiloé) que maltrataba a su pequeño hijo. Es espantoso que un niño tan pequeño tenga que sufrir tanto dolor. Por supuesto ni hablar de las lesiones físicas ni psicológicas que vaya a tener a partir de ahora.

¿Ven que no exagero al decir que el discurso: "Los golpes no hacen daño", aparte de ser una tremenda mentira, es peligroso y puede llegar a matar?

La noticia dice que lo maltrataba de diversas formas (y ojo que es un buzo, un hombre con mucha fuerza): "lo mantuvo amarrado en una bodega desnudo, lo golpeaba con una manguera o practicaba sesiones extensas de correazos y golpes de puño, lo sometía a largos tiempos de hambruna, lo obligaba a comer basura de la casa, lo quemaba con cigarrillos, entre otras agresiones, todo a vista y paciencia de otras personas y la madre, cuya responsabilidad aún estaría en duda ya que cuando el caso estalló a mediados de 2014, familiares acusaron que también lo castigaba arrojándole agua fría, quemándole los pies, haciéndolo dormir en el patio desnudo, o sometiéndolo a castigos de hambre."

El artículo dice que a los 5 años comenzaron las torturas, cosa que no creo sea cierta, ya los informes médicos y la cantidad de veces que llegó a urgencias lo dirán.

Según el informe policial las alarmas se prendieron sólo cuando volvió a ingresar al hospital en estado crítico con severas lesiones, grave neumonía y profunda desnutrición.

No entiendo cómo, y es un punto importante, si sus tíos obtuvieron la custodia temporal, estando al cuidado de ellos y su abuela de manera sorpresiva, el Tribunal de Familia decidió que era mejor entregarlo a sus padres biológicos comenzando la tortura que se extendió por casi 18 meses. De un día para otro el menor fue retirado de una casa confortable para ser instalado en un lugar con personas con quienes no tenía un vínculo afectivo y donde comenzaron a violentarlo (de nuevo).

Lo que más me sorprende, o no, es como termina la noticia con respecto a "papito corazón" : "fuentes judiciales comentaron que es bien probable que sea condenado, pero que no cumpla pena efectiva ya que podría ser conmutada a libertad vigilada intensiva. Es más, podría incluso ocurrir que el sujeto y la madre vuelvan a pelear la custodia del menor, volviendo éste a la vivienda donde fue torturado."

Como sociedad estamos muy mal si seguimos permitiendo que los adultos abusen de esta manera de los más indefensos. No me extrañaría nada que salga gente defendiendo al padre diciendo que "tiene todo el derecho a criar a su hijo a su manera o como lo criaron a él", porque obvio, ya nos queda claro que no tiene ningún problema y está de lo más sanito.

Dejo un video cortito para reflexionar.

Si esto para muchos es "educar" ¿Qué esperan de verdad de esos niños en un futuro?






Aquí el enlace a la noticia del Diario La Opinión de Chiloé.

http://www.laopiniondechiloe.cl/castro-fijan-juicio-para-buzo-tras-salvaje-tortura-a-su-hijo-desde-los-5-anos/








Las víctimas no son culpables




Sociedad enferma. Yo de verdad alucino. Una mujer es violada, golpeada, le sacaron los dos ojos y resulta que los medios han hecho un festín, en el juicio también, con su vida sexual. ¡Hasta informes ginecológicos pidieron!
¿Qué tendrá que ver su vida privada?, ¿qué tendrá que ver su vida sexual con que un CSM le saque los ojos y casi la mate?

En el consciente colectivo quedó claro que "se lo merecía por ser una fresca", "es que a ella le gustaba la fiestoca", entonces, sáquenle los ojos nomás.

El ser humano tiene una capacidad infinita para encontrar el modo de culpar a las víctimas de cualquier cosa por lo que les pasa. Sobre todo si son mujeres. Infinita es poco. A veces esta sociedad da tanto asco.

Pero NO. Ella no es la culpable. Hay que decir fuerte y claro que Nabila no merecía lo que le pasó. Es una víctima y las víctimas no son culpables.







miércoles, 19 de abril de 2017




Profesosaurios haciendo mierda la autoestima de los niños, lamentablemente no es nada de raro. No estoy atacando a todo el gremio, pero he visto y oído cada cosa. Desde colegios con supuesta excelencia académica con profesores que no tienen ni idea de la materia que están dando. Pero ni idea, lo digo en serio. Hasta profesoras (mujeres) haciendo bullying a una alumna de 13 años y decirle puta en frente de toda la clase.

El que no quiera ser profesor o no tenga lo que se necesita para trabajar con niños y adolescentes que se vaya y no vuelva más. Basta de hacer daño a los niños. Nadie merece ser rechazado y humillado. Después se quejan que los niños y adolescentes no prestan atención, que les faltan el respeto.

La solución a su apatía crónica la tienen que encontrar ellos mismos, nadie les ha pedido ser profesores, así que les toca apechugar y ser humildes. Como mínimo para trabajar con niños hay que actualizarse, ser capaces de empatizar y en lo posible amar su profesión.

¿Les suena la indefensión aprendida? Pues es lo que lleva a la persona que sufre un tipo de abuso, violencia, maltrato a no hacer nada para evitar el sufrimiento. La indefensión aprendida lleva a la autoprofecía, evidentemente se cumple porque es lo que le han hecho creer

Es por eso que padres, profesores, adultos en general debemos cuidar la forma en que hablamos a los niños, no todos pueden sobrellevar los ataques de la misma manera, de hecho, es muy común que dicha indefensión se arrastre hasta ser adultos, sin ser consciente de ello.

Aclaro, hay profesores fabulosos, pero lamentablemente son los menos.

Como ejemplo, la vivencia que relata en su libro Paul Donés, cantante de Jarabedepalo (foto adjunta).






Vivir en paz con uno mismo es mucha felicidad.






"Nada pesa tanto como el corazón cuando está cansado."
Juan Zorrilla de San Martín.

Yo creo que no hay nada que pese más que las almas, cuerpos, mentes y corazones que no supieron vivir libres de pesos.
Cuando ya te la has jugado con todo, cuando has corrido contra injusticias, cuando te sientes libre y tranquila. Cuando has amado y te aman. Cuando te sientes libre de hacer y ser lo que quieras porque eres dueña de tu vida, de tus pasos. Dejas las huellas que quieres dejar porque el camino lo haces tú, para ti y para tus cachorros que te siguen. 

Vivir en paz con uno mismo es mucha felicidad.













"Pascua del conejo"

Siempre hemos sido una familia laica. Nuestras hijas van a un colegio que tiene distintas religiones. Nuestro hijo mayor en España fue un par de años a un colegio católico, la experiencia le sirvió para entender y hacerse una idea propia sobre la religión. Hoy, al igual que nosotros, no profesa ninguna religión.
Hemos vivido en distintas ciudades y países, nos gusta viajar, conocer muchas culturas y estilos de vidas distintos.
El domingo mis hijas querían buscar los huevitos que dejó el conejito, se levantaron emocionadas y ansiosas. En el colegio ya les habían hablado del "Happy Easter" y hace rato cachaban que nosotros le llamamos "Pascua del conejo".
Así como mis hijas han celebrado Halloween y Navidad, también las dejamos que disfruten de esta fiesta para niños.
Mía de 7 años y Abril de 5, salieron felices con sus bolsas a buscar huevitos, su papá les inventó su propia historia pagana: un conejito muy lindo que disfruta de la primavera y al que le gusta ver felices a los niños, les deja huevitos de chocolate porque sabe que a los niños les encanta y así celebran juntos la primavera. Pero es muy tímido y es por que eso no se deja ver.
No les hablamos de un Dios o de un hombre sufriendo en la cruz que luego resucita o de textos sagrados porque no creemos en esa lógica religiosa. No nos identificamos con religiones, pero con respeto a todas disfrutamos contando historias y viendo fantasear a nuestras hijas. Todos en nuestra casa disfrutamos cuando comienzan a imaginar y a contar historias, se estimula la creatividad y la imaginación. Es un juego, es rico jugar con los hijos.
Tampoco sabemos cuánto tiempo creerán en el "Conejito de Pascua", Mía estuvo muy perspicaz este año y como su papá le dijo que vio al conejito poniendo los huevitos lo bombardeó a preguntas: de dónde sacaba los huevitos porque no creía que él los hiciera. En qué los llevaba y cómo los ponía en el patio. Cuánto demoraba en dejarle huevos a todos los niños... Y así un sinfín de preguntas. Finalmente, le dijo a su papá que lo mejor será que para el próximo año grabe al conejito a escondidas en un video y así ver todo lo que hace.

Huevos que pintaron Mía y Abril.










viernes, 14 de abril de 2017



"(...) Y ahora henos aquí
madre y pequeña niña apretadas, envueltas, enlazadas,
como si jamás hubiésemos existido
apartadas la una de la otra." ❤️

Gioconda Belli.






miércoles, 12 de abril de 2017

Hagamos que la crianza se convierta en una experiencia de más disfrute y menos quejas.



Si nos diéramos cuenta realmente de lo rápido que pasa la infancia, de lo rápido que los hijos crecen, se emancipan, vuelan de nuestro lado para hacer su vida aprenderíamos a elegir las batallas realmente importantes y nos centraríamos en disfrutar de sus maravillosas, únicas e irrepetibles infancias.
Podemos hacer que la crianza se convierta en una experiencia de más disfrute y menos quejas.
En la foto con mi hijo Ignacio cuando tenía 8 años, ahora tiene 22 y hace 2 que vive solo en otro país. Nunca le di un golpe, nunca lo humillé, nunca lo amenacé y es el ser más noble que conozco.
No lo veo hace 3 meses, pero hablo a diario con él. Es feliz viviendo en Madrid y yo lo soy por él ❤







martes, 11 de abril de 2017

El discurso "Los golpes no hacen daño" es peligroso porque se asocia el amor al maltrato.

Sé que en este tema mucha gente está en desacuerdo conmigo. De hecho, esta es la respuesta a quienes criticaron mi Post anterior.

Nunca justificaré el maltrato hacia nadie. Sé que es un tema que escuece porque mucha gente golpea a sus hijos pensando que esa es la mejor manera para educar, obviamente porque así los educaron a ellos y cuando son adultos dicen "agradecer esos golpes". Pero la verdad es que todos los abusos que vivimos en nuestra infancia (como lo bueno, también) quedan grabados en nuestra memoria implícita. Que luego por lealtades a sus padres la gran mayoría los niegue, se autoengañe y justifique, ya es otro cuento.

La necesidad de proteger a sus padres, de justificarlos, los lleva a buscar cualquier subterfugio para lograr asimilar la dura realidad: sus padres, los obligados a cuidarlos y a protegerlos, a quienes más aman y en quienes confían ciegamente son quienes los dañan. Les trataron mal cuando tenían que haberlos amado, protegido, acompañado de forma madura, serena y comprensiva.

Quienes recuerdan cómo se sentían al ser maltratados saben lo doloroso, injusto y cruel que fue. Yo recuerdo el miedo, la humillación, la impotencia de no poder hacer nada y que nadie hiciera nada por mí ni por mis hermanas.

¿Sabes por qué nos golpeaban? porque podían. Estábamos ahí para que un adulto sin control de impulsos, con rabia, incapaz de autorregularse pudiera desquitarse con nosotras hasta aburrirse. Muchas veces temí por mi vida y la de mis hermanas, no te exagero un pelo.

¿Has visto un ojo negro por el golpe de un cepillo de pelo mientras te peinan? ¿Has visto sangrar niñas de boca y nariz al mismo tiempo? ¿Has visto mearse de miedo a una niña de 4 años sólo con escuchar los pasos de quien más ama, pero también más teme? Yo sí, todo eso y mucho más. Cinturonazos, golpes de puño, de pie, con varas, objetos, lo que sea. Insultos, gritos, humillaciones eran pan de cada día. Y tengo muy claro que eso no era correcto. Era abuso. Nunca esconderé por lealtades absurdas la realidad de lo que ocurrió por intentar justificar malos tratos. Nunca diré "Me castigaban porque me lo merecía. Me pegaban por mi propio bien. No fui digna de ser amada".

Es por eso que el discurso "Los golpes no hacen daño" es peligroso porque se asocia el amor al maltrato, el amar al abuso y esa asociación puede llegar a matar. Así, tal cual. Porque dime ¿quién decide hasta cuándo golpear? ¿Una vez a la semana es suficiente o todos los días? ¿Y qué usamos, la mano, pies, cinturón, chalas, chicote o lo que venga? ¿A qué edad comenzamos? ¿Cuándo se supone que debemos dejar de hacerlo? ¿Hasta que el niño crezca y decida irse de la casa y nunca más volver ? O tal vez un día devuelva el golpe porque es lo que ha aprendido, así lo han educado (golpe con amor, of course).

Con la excusa de educar a los niños se justifica todo tipo de violencia. Para mí eso es domesticar, no educar. Eso es abuso de poder por parte del adulto. Es cobardía. No concibo que alguien mucho más fuerte ejerza esa violencia. Es conductismo puro y duro. ¿Funciona? por supuesto, los perros de Pavlov lo hacían de maravilla. Es rápido y efectivo. Se modifican las conductas indeseables, pero nada de eso tiene efecto a largo plazo, a veces incluso aumentan con el tiempo. Es lo que pasa cuando hacemos las cosas a la FUERZA. Si queremos una solución real, hay que encontrar el origen y no enfocarse en los síntomas. Pero ese es el camino largo, para eso hay que dedicar tiempo, ganas, paciencia, amor, es un proceso donde hay que implicarse y que los amantes del charchazo no están dispuestos a tolerar.

Claro que a los hijos hay que educarlos y para eso las normas y límites son necesarios, pero educar a base de golpes es imponer el terror y el miedo. La violencia física y verbal pasa factura tarde o temprano en las personas adultas. Hay un estudio que hizo la Academia Americana de Pediatría con miles de personas adultas (casi 35.000) y las conclusiones revelaron que las personas que fueron tratadas en su infancia con malos tratos desarrollaron trastornos en la edad adulta. Es decir, recibir un "corrector a tiempo" para evitar males mayores hace que esas personas sean más propensas a conductas antisociales, depresión, dependencia emocional, paranoias, toxicomanías y dificultades sociales. Lo lamentable, es que muchos no tienen idea que es producto de su crianza y la replican con sus hijos seguros que lo están haciendo regio.

Así como este estudio serio hay muchísimos más que demuestran que los niños que han sido educados con violencia son más violentos en sus relaciones con los demás. En cambio, no hay un solo estudio que demuestre que golpear a los hijos les haga bien.

Nadie estaría de acuerdo con pegarle al camarero para que atienda mejor, al jefe que no pesca, al anciano que se equivoca, al marido o a la esposa que no hace lo que queremos. No, porque las personas civilizadas no le pegamos a los demás, pero pegarle al propio hijo, a un niño pequeño, indefenso que depende absolutamente de los adultos y que no puede defenderse, sí, ahí sí están casi todos de acuerdo y hasta los aplauden. La mayoría dice entender que tratar con violencia a los demás no está bien, pero ¿y qué pasa con los niños? ¿por qué ahí sí está bien?. Según el razonamiento del golpe con amor no habría diferencia entre pegarle a una mujer, a un anciano o a un niño.

Para mí, no existe ninguna diferencia. De hecho, es más grave porque un niño es un ser absolutamente dependiente e indefenso. Pegar a un niño no tiene justificación alguna. Si no somos capaces de darnos cuenta que pegarle a nuestros hijos en cualquier circunstancia, con cualquier intención o intensidad, es maltrato y es violencia, entonces necesitamos buscar ayuda.


Puedo entender, no justificar, que alguien en un arranque de ira, en un día de mierda, en un momento de desrregulación máxima, le pegue un cachamal a su hijo. Está pésimo, hay que trabajarlo. Pero lo puede entender. Pero lo que no puedo entender es que alguien diga que le pega con amor porque quiere que sea una persona de bien. Que le grita porque lo ama. Eso no es amor ni respeto ni nada, es producto de la ira no controlada, de la agresividad y la falta de recursos. Es incoherente amar y pegar. A quien se quiere no se le maltrata.


Los niños como todo el mundo tienen derechos, no se puede hacer lo que a uno le dé la gana con ellos como si fuesen un estropajo. No digo animales porque visto lo visto los animales tienen más derechos que los niños. De hecho, las marchas a favor de los animales reúnen muchísima gente, en cambio, a favor de los niños ni siquiera se hacen. Sólo como dato, los derechos de los animales son anteriores a los derechos de los niños. Es más, sirvieron como base.

No hay que maltratar nunca por ningún motivo a los niños. No es ético, no es moral, no funciona ¿Por qué no mejor ayudarles a aprender a controlar su propia conducta y adquirir motivación interna en vez de controlarlos de manera externa? La conducta se detiene por temor a los padres y no porque hayan aprendido nada. Una conducta no cambia a través de la violencia. Creer eso es un engaño. Ese hijo está evitando el golpe por miedo, por sumisión, pero no porque haya interiorizado nada acerca del por qué debe cambiar su conducta. Se consiguen resultados, pero éstos son superficiales y poco duraderos. Los adolescentes con problemas de conducta fueron niños maltratados y luego serán esos adultos que defienden y agradecen los golpes que los "enderezaron" sin saber lo que realmente pudieron haber llegado a ser sin esos golpes que seguramente evitaron que desplegaran por completo sus potenciales.

El maltrato no se debe tolerar, ni consentir bajo ninguna circunstancia, porque está mal, no educa y deja muchas secuelas físicas y emocionales. Aparte que maltratar a los niños es delito, nos guste o no, la Ley así lo dice.

No me extenderé más, comencé escribiendo una respuesta a un comentario y terminó en un Post, pero es que es un tema en el que se me hace imposible quedarme sin inmutarme.

Yo seguiré hablando de los estragos que provocan en el ser humano los malos tratos y si veo a algún adulto tratando mal a un niño o haciendo apología de la violencia me seguiré metiendo porque me importa. Ojalá algún adulto hubiese hecho eso por mí y mis hermanas, nunca entendí ese miedo a defender a los más débiles. Yo no me callo, "abogada de los pobres" me decían cuando chica, porque cada vez que veía algo que me parecía injusto me metía y muchos golpes recibí por ello, pero merecían la pena.

Para una crianza sana a nivel emocional y físico sólo se necesita amor, confianza y respeto. No hay mayor secreto. Los golpes dañan cualquier relación. La violencia sólo genera violencia. De hecho, basta con ver la población penitenciaria de cualquier país del mundo para darse cuenta que todos o casi todos fueron niños con infancias llenas de maltratos y abusos.

Un nuevo informe en Chile mostró que la mitad de la población penal adulta fueron niños del SENAME (Servicio Nacional de Menores). Los niños del SENAME son los niños más vulnerables de Chile, son niños y guaguas con historias muy duras de vida, donde el maltrato y la violencia es su día a día. Más claro imposible.















lunes, 3 de abril de 2017

El golpe, el miedo, el abuso queda grabado profundamente en el cuerpo y la psique de las personas

Cosas que una lee por ahí:

-"¡Ay qué le ponen color! ¿A quién no le pegaron sus buenos charchazos cuando chico? Hasta cinturonazos yo recibí y aquí estoy de lo más bien".


¿Ya? ¿En serio? ¿y qué tal la depresión? ¿las crisis de ansiedad? ¿las pastillas diarias? ¿Cómo anda la seguridad y la autoestima? Yo pregunto nomás.
El golpe, el miedo, el abuso queda grabado profundamente en el cuerpo y la psique de las personas pudiendo generar patrones de comportamiento disfuncionales.
Sepan que la conciencia se puede engañar diciéndole que lo malo es bueno y viceversa; pero el mundo visceral, emocional, ése más antiguo que todos poseemos, es todopoderoso, y es ciego y sordo frente a las mentiras, y no se puede engañar, y siempre, siempre encontrará la manera de asomar.











domingo, 2 de abril de 2017

El castigo corporal NUNCA debe utilizarse en los niños bajo ninguna circunstancia

Los que defienden que está bien pegar a los hijos para que sean personas "sanitas" y de bien no tienen idea el daño que le están haciendo a sus hijos.
Hay estudios serios, de Paper científicos, fíjense, que han demostrado que los niños cuyos padres usan el castigo físico, muestran más problemas emocionales o de adaptación que los niños que no reciben castigos.
Y otro estudio reciente ha demostrado la relación entre los antecedentes de una disciplina con castigos físicos y la depresión y los problemas en la adolescencia, como la delincuencia juvenil.
El castigo corporal NUNCA debe utilizarse en los niños bajo ninguna circunstancia. Numerosos problemas están asociados a ese tipo de crianza y los padres estamos obligados a cuidar de nuestros hijos. Informarse hoy es re fácil, no hay excusas.