miércoles, 8 de junio de 2016

Madres culposas.

Algo que escribí hace 3 años.

¿Por qué cuando se habla de maternidad y sus momentos, casi en automático aparece la culpa, el deber, la buena madre o mala madre? ¿Por qué se arman bandos entre mujeres?

Hay algo que levanta culpas, angustias, rabia. ¿Por qué? En especial ocurre con las madres que no amamantaron, colecharon, o debieron volver a trabajar sin querer hacerlo, dejando a sus hijos en guarderías con pocos meses.

Las que en algún momento de su vida piensan que no consiguieron la maternidad "IDEAL" se sienten "atacadas", pero es su percepción, no es la realidad.

¿Por qué sentir la culpa? ¿Por qué defenderse? ¿Por qué no decir simplemente: ¡OK GENIAL! hiciste lo correcto para ti y tu hijo, lo mejor para ustedes y me alegro por eso?

Supongo que serán las sombras que cada una tiene que valorar e iluminar. Pero, mientras tanto, alegrémonos por las madres e hijos que se han librado de la inercia de este sistema defectuoso, y que han dado un pasito más para que todas las demás también lo hagamos. Porque el éxito de una diada madre/hijo es un éxito para todas las demás.

La maternidad, tan especial, tan idealizada, es sólo para no ver la realidad de la maternidad. En mis espacios, por lo que he visto y constato cada día, la realidad es que la maternidad a veces duele, más de lo que creemos.

Sólo para dejar de idealizar, existen mujeres que han parido vertical, amamantado por más de 3 años, colechan y generan apegos inseguros con sus hijos.

La maternidad es compleja. No existe la madre perfecta.















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