miércoles, 8 de junio de 2016

El Éxito.

El problema no es ser o sentirse exitoso, el problema es el mandato social subyacente al "éxito". Existe la creencia que para serlo hay que ser el "number one" en todo, desde la guardería están los padres compitiendo para que su hijo gane reconocimientos (lo que sea, no importa; pero que los demás lo vean, sin importar cuánta presión se le mete al hijo). Como si eso asegurara algo en el futuro. Creen que tener X profesión, ganar mucha plata, juntar muchas cosas materiales es ser exitoso. El tener sobre el ser. 
Pues bueno, conozco médicos, ingenieros a los que les fue muy bien en la universidad, sacaron puntajes altísimos en las pruebas de ingreso y son unos tremendos pelotudos, y lo peor de todo, nada de felices. ¿Acaso hay que ser un profesional súper exitoso para sacar lo mejor de cada uno? ¿Acaso esa es la meta que todo padre persigue? Hay que tener mucho cuidado con los estereotipos tan dañinos. Porque el desarrollo del potencial de una persona, muchas, muchísimas veces está lejos de ser aquello que la sociedad encuentra deseable. El desarrollo de las potencialidades de una persona para llegar a ser exitoso y poder realizarse en la vida está en poder ser auténtico y darse permiso para ser lo que uno es. No lo que los papás desean que sea, ni lo que el abuelito soñó.
Hoy se vive para trabajar y pagar. No hay más vida parece. Es nacer, crecer, desarrollarse y morir intoxicados en una sociedad de consumo.
Una pena, cada vez sumando más "necesidades", y los hijos las heredan.
El mandato social es ser trabajólico, aparentador, consumista. Se exacerba la competencia, el exitismo, la producción incesante y el individualismo.
Por eso aplaudo a la gente que tiene la capacidad para desmarcarse del mandato social que exige "ese" tipo de éxito. Todas causas asociadas al malestar psicológico que se vive hoy en día.

















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