Y llega el príncipe salvador, el héroe y se lleva a la princesa soñadora a Londres.
Ella hambrienta de amor romántico confía plenamente. No pregunta si el caballo, la moto, o el tremendo deportivo Jaguar es suyo. Si tiene carné para conducir. Por qué se separó de la primera mujer. Si realmente tiene la plata que dice tener. No, ¿para qué? la princesa rescatada de su miserable vida sólo quiere arrancar lejos. Prefiere no saber la verdad y quedarse con las dudas.
Ya instalados en Europa comienzan los malos tratos, los gritos, los insultos y ella está convencida que todo se arreglará con más sexo. "La violencia en la cama tiene su gracia", dice ella. "Es que a él le gusta un poquito sadomasoquista, pero igual "rico", "sado normal". Así cree que con más sexo, encerrándose en la casa, siendo la niña buena y obediente que le enseñaron a ser de chiquitita lo cambiará. Ilusa ella,
El príncipe es canchero, entra ganando, un narciso, onda Christian Grey (de esa hueá de película "Las 50 sombras de Grey"). Esos que cuando hablan de sus puntos débiles son Divos, un Kurt Cobain más. Unos artistas sufrientes.
Nunca pide disculpas ¿por qué va a hacerlo? su narcisismo es tan grande que sólo se ve él y hasta se siente dolido si ella le habla de sus sentimientos. Imposible empatizar con los sentimientos de ella... Aparte que ella es una loca histérica. Está de patio.
Nunca pide disculpas ¿por qué va a hacerlo? su narcisismo es tan grande que sólo se ve él y hasta se siente dolido si ella le habla de sus sentimientos. Imposible empatizar con los sentimientos de ella... Aparte que ella es una loca histérica. Está de patio.
Un Príncipe Gray sólo gusta a las que siguen atrapadas en el maltrato. A las que de niñas aprendieron que quien (se supone) ama (mamá, papá) golpea, pega, castiga, deja de hablar... Pero no importa. Nos pegan. pero ¡Nos aman! Dan de comer. Y dan un techo. Entonces, el cerebro entiende que aunque hay golpes también hay placer (comida, amor) y ahí es donde se queda atrapada en relaciones TÓXICAS.... por años ... Hasta que se despierta, si es que lo hace. De esas relaciones tóxicas hay que arrancar, cada una es libre de decidir si quiere continuar ese camino. Pero es muy difícil dejar ese camino cuando es lo que se conoce desde pequeña y ya se está atrapada, adicta en una relación vincular tóxica.
En la vida real de ese tipo de relaciones hay muchas, las mujeres quedan atrapadas en el maltrato y la sumisión. Yo estoy de acuerdo con que podemos probar, jugar, fantasear con lo que queramos, leer libros y mirar películas eróticas y pasarnos los rollos que se nos plazcan. Me gusta la gente libre. Las mujeres podemos tener sexo, y sexo rico. Placentero. El problema es cuando las mujeres en vez de empoderarse, de sentirse libres se sienten tontas, maltratadas, humilladas, violentadas, sumisas, indignas.
Tantas veces hemos oído decir: "Quien te quiere te aporrea" que lo terminamos creyendo.
He visto muchas mujeres muertas en vida, y créanme, todo tiene que ver con la primera infancia. Criadas sumisas, calladas, obedientes, castigadas, maltratadas, sin hacer caso a sus opiniones, deseos, intuiciones.
En la vida real de ese tipo de relaciones hay muchas, las mujeres quedan atrapadas en el maltrato y la sumisión. Yo estoy de acuerdo con que podemos probar, jugar, fantasear con lo que queramos, leer libros y mirar películas eróticas y pasarnos los rollos que se nos plazcan. Me gusta la gente libre. Las mujeres podemos tener sexo, y sexo rico. Placentero. El problema es cuando las mujeres en vez de empoderarse, de sentirse libres se sienten tontas, maltratadas, humilladas, violentadas, sumisas, indignas.
Tantas veces hemos oído decir: "Quien te quiere te aporrea" que lo terminamos creyendo.
He visto muchas mujeres muertas en vida, y créanme, todo tiene que ver con la primera infancia. Criadas sumisas, calladas, obedientes, castigadas, maltratadas, sin hacer caso a sus opiniones, deseos, intuiciones.
No hay que tragarse los cuentos, no existe el príncipe azul, ese hombre perfecto, millonario, guapo, exitoso es un cliché.
Grey y Anastacia no son más que un cuento de Disney ... sólo que con látigos y charchazos de por medio.
La vida real es muy distinta. El príncipe no es más que un abusador con disfraz de príncipe. Un buen vendedor de ilusiones.
En el cuento de la princesa soñadora que llegó a Londres, por fin un buen día despertó del hechizo y lo denunció.
Hoy vive en un albergue con su hijo de 15 años. La llevaron a otra ciudad por seguridad.
Su historia no terminó tan mal, ya que las mujeres que llevan relaciones tan tóxicas de este tipo terminan escapando de por vida o muertas.
Grey y Anastacia no son más que un cuento de Disney ... sólo que con látigos y charchazos de por medio.
La vida real es muy distinta. El príncipe no es más que un abusador con disfraz de príncipe. Un buen vendedor de ilusiones.
En el cuento de la princesa soñadora que llegó a Londres, por fin un buen día despertó del hechizo y lo denunció.
Hoy vive en un albergue con su hijo de 15 años. La llevaron a otra ciudad por seguridad.
Su historia no terminó tan mal, ya que las mujeres que llevan relaciones tan tóxicas de este tipo terminan escapando de por vida o muertas.
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