martes, 4 de marzo de 2014

Los maltratos no sólo dañan los vínculos, también dañan la salud.

La "trampita" que esconden los golpes al ser aplicados por la persona que uno ama, como la madre o el padre, es que los niños se auto inculpan, justificando, e incluso de adultos encuentran que estuvo bien y algunos repiten ... Así no terminamos nunca con los círculos de violencia y los vamos heredando de generación en generación. Por la felicidad y salud mental de nuestros futuros nietos paremos los golpes hoy en día a nuestros hijos.

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