La "trampita" que esconden los golpes al ser aplicados por la persona que uno ama, como la madre o el padre, es que los niños se auto inculpan, justificando, e incluso de adultos encuentran que estuvo bien y algunos repiten ... Así no terminamos nunca con los círculos de violencia y los vamos heredando de generación en generación. Por la felicidad y salud mental de nuestros futuros nietos paremos los golpes hoy en día a nuestros hijos.
No hay comentarios.:
Publicar un comentario