A mí, la verdad, no me interesa convencer a nadie de que existe machismo en muchos ámbitos de la vida y que el deporte no está exento (las mujeres nunca han ganado lo mismo, para empezar). Así como nadie me convencerá de que las mujeres nos quejamos por gusto. El machismo existe y las mujeres lo vivimos a diario, unas más, otras menos, pero todas lo hemos sufrido alguna vez, aunque algunos hombres no lo vean. Y ojo, que quede claro que yo nunca he creído que las mujeres somos "seres de luz" o vírgenes sin pecado concebido, sólo por ser mujeres. No somos jarrones de porcelana china frágil a proteger y que no miente, que no hace daño. Quienes me conocen saben que no ando con un discurso victimista por la vida, pero la realidad demuestra que falta mucho para que las mujeres estemos en igualdad de condiciones. Tengo dos hijas mujeres y esto me preocupa, no sólo por ellas, sino que por todas. También tengo un hijo varón, pero afortunadamente él tiene muy claro todo este tema desde muy chico.
La violencia patriarcal es también contra los propios hombres para convertirlos en indiferentes e incapaces de empatizar. Comienza rompiéndolos a ellos de niños. Por eso es tan tan importante no permitir que los hijos varones sean enculturados en la misoginia, la agresividad y los valores masculinos machistas. Hay que alejarlos de los espacios dominados por el desprecio hacia la mujer. Hay que educarlos en ser capaces de identificarse con mujeres. Hay que enseñarles el cuidado, la ternura y el respeto hacia ellos mismos y los demás. Yo sé que no podemos cargar con toda la responsabilidad, la sociedad es omnipresente, pero desde luego no podemos delegar su educación ética y feminista en la sociedad.
Toda esta reflexión viene de que ayer compartí la portada de un periódico de tirada nacional, es decir, uno de los periódicos más reconocidos y vendidos de deportes, donde dice clarito que Nadal se convierte en el tenista con más Grand Slams ganados en la historia. No hay dobles lecturas, queda claro que las mujeres no cuentan para ellos, y es por esos periódicos (tan famosos) y los telediarios que se pasan por el forro a las mujeres que compartí la publicación.
No entiendo por qué puede molestar mi publicación, no demerita a Nadal, sólo saca a la luz a mujeres que lograron algo tan asombroso bastante antes que Nadal, pero eso no le quita mérito a él.
Y, como anécdota, recordemos que no es la primera vez que hay polémica machista en el tenis (ya que estamos justo con este deporte). Hace algunos años Djokovic dijo que las mujeres tenistas deberían arrodillarse y dar las gracias por Federer y Nadal. Si eso no es machismo, no sé qué es.