martes, 12 de mayo de 2020

La maternidad debiera ser una cuestión de salud pública.


Vaya por delante que me encantan los chocolates, los regalos y en especial las tarjetas preciosas que me hicieron ayer mis hijas por el día de la madre.
En este día en el que todas las madres son la mejor madre del mundo, a mí me preocupa más el equilibrio emocional de las madres. Saber si realmente se sienten bien bajo toda esta presión de la madre perfecta. Donde la culpa hace que pongan buena cara cuando no saben cómo sostenerse. 
Porque es de buena madre, de buena mujer aceptar estoica sin quejas lo que venga. 

Yo he visto muchas mujeres dedicar su maternidad y matrimonio desde la sumisión. 
La bondadosa, la buena madre y buena esposa que trabaja sin descanso, la que perdona y tolera todo con una sonrisa, es lo que venden como perfección en este día. Ecuación perversa ya que las deja siempre en el último lugar de los cuidados, porque a partir de ahí, cuesta mucho poner límites a otras personas, se relacionan desde el servilismo, olvidándose de su bienestar, de sus necesidades, de sus deseos. Lo hacen todo por y para otros y ellas desaparecen. Anulan sus necesidades. 

Muchas madres se sienten malas madres porque piensan que “no hacen lo suficiente”.
Hay mujeres a las que les cuesta conectar con sus hijos. Se sienten tristes cuando "deberían" estar contentas. Otras no entienden por qué están tan cansadas, pero es que criar es mucho más sencillo cuando los cuidados se comparten con el padre o pareja, pero no sólo los de los hijos, también el hogar y sobre todo la carga mental. 

Hay muchas dificultades para las madres, y éstas pueden ir desde la soledad en la crianza hasta trastornos mentales graves.

Por ejemplo, un estudio hecho en México demostró que el 56% de las madres sufre depresión postparto. De este tema ni se habla debido a la vergüenza. Muchas mujeres aquejadas por este trastorno se lo guardan, por lo que no pueden ser diagnosticadas y mucho menos tratadas.
Hace falta hablar de estos temas para que las mujeres que viven estas situaciones sepan que no están solas, que no están falladas y que se puede pedir ayuda.
El TOC (trastorno obsesivo compulsivo), depresión y ansiedad son trastornos más comunes de lo que se cree en la vida de las madres. También está la psicosis posparto, enfermedad poco frecuente pero muy grave. Sin tratamiento todos los trastornos mentales pueden volverse crónicos y ser causa de mucho sufrimiento para la madre y su familia.

Cualquier madre puede verse afectada, aunque hay factores que aumentan el riesgo de depresión. La falta de apoyo, la soledad y la precariedad son agravantes de una situación que no siempre tiene una causa única bien definida.
La maternidad debiera ser una cuestión de salud pública. No un día de celebración y seguir el resto del año sin prestarle atención a las verdaderas necesidades de las madres o comprender la real importancia de los primeros años de vida de los hijos. Por el bienestar mental de las madres y de sus hijos, es que se necesita primero cuidar a las madres.

Ojalá llegue el día en que todas las madres y esposas se den cuenta que tienen derecho a descansar, a hacer cosas que les gusten, a desconectar. No son malas madres por ello. Les han hecho creer que tienen la culpa hasta de lo malo que otros les hacen.

En la foto, con 6 meses, esperando a Abril.

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