La libertad en la crianza, termina donde comienzan los derechos de los niños.
Si por educar a los hijos se transgreden sus derechos, se está haciendo justamente lo contrario a educar.
Quien corrige con maltratos, gritos, humillaciones, golpes, violencia, sólo alimenta el odio y el sometimiento. No hay que hacerle a otro lo que no nos gustaría que nos hicieran a nosotros.
Simple. Cortita.
No hay comentarios.:
Publicar un comentario