OK! Te pegaron, te maltrataron siendo niño y es por eso que ahora defiendes los golpes.
No entiendes que estuvo mal, así como tampoco entiendes que ahora esté mal que los defiendas, pero no es tu culpa, los golpes rigidizaron tu cerebro.
Dices: "Los golpes me enderazaron y llegué a ser lo que soy". "A mí me pegaron y no quedé traumado (nadie puede asegurar que estés tan sanito si defiendes la violencia y más en niños indefensos, niños que deben ser protegidos por sus padres) ",
Sepa que decir esas frases no lo hace más "parejito" ni más "sanito", decirlas es una de las mayores contradicciones, ya que no hay mayor trauma emocional posterior a ser víctima de abusos, maltratos, violencia que naturalizarlo, justificarlo y repetirlo.
Hace casi un siglo está descrito el mecanismo psíquico que lo explica. Es un efecto postraumático que se conoce como “Identificación con el agresor”. La víctima busca una manera de sobrevivir afectivamente a los malos tratos poniéndose en el lugar del agresor, generalmente la madre o el padre, sus figuras de apego principales, quienes deben amar y cuidar.
Si necesita ayuda, búsquela, no repita el horror que hicieron con usted con sus hijos. Y si es una buena persona no fue gracias a los golpes, fue a pesar de ellos.
No hay comentarios.:
Publicar un comentario