viernes, 3 de enero de 2020

Fin de una década. Bienvenidos los años 20.

¡Felices años 20 les deseo a todos! Hoy 2 enero 2020 (se ve bonito escrito) los saludo porque ayer estuve descansando y desconectada de todo. A veces hace bien no hacer nada, son necesarias las curas de sueño y de descanso. En estas fechas sólo disfruto de mi familia, comemos rico, miramos películas, este año hemos tenido maratón de Star Wars (las niñitas no habían visto ninguna).

Último año de una de las décadas más importante de mi vida. Nacieron mis dos hijas, Mía y Abril, lo hicieron en Madrid. Pero crecieron en Londres, ciudad que llevo en mi corazón y en la que vivimos 6 de los 10 años de la década.

Mi hijo Ignacio por primera vez se fue a vivir solo. Fue raro dejarlo partir, mi alegría era inmensa por él, pero no sólo se iba de la casa, sino que se iba a estudiar a otro país.

Nos cambiamos de país. De continente (again). Cualquier cambio requiere su tiempo; todo es nuevo: trabajo, colegio, etc.
Al principio no es fácil, pero la libertad de vivir dónde deseo y cómo deseo. Nunca renunciaría a ella.

Como todos los seres humanos tengo un lugar que es, en mi corazón, el hogar y es donde esté con mi familia.
Pero es que, además, yo siempre he querido vivir en un paraíso.
Con un invierno suave, soleado todo el año, brillante, con una luz dorada mágica, atardeceres rojo anarnajados, con vientos suaves en la playa.
Siempre soñé poder vivir así. Nadar. Tirarme tardes enteras en la playa con mi amor. Ver crecer a mis hijos disfrutando del sol y la vida al aire libre.
Ahora lo puedo hacer.

Yo no quiero tener una vida y un trabajo que me esclavice para gastar en cosas, quiero un trabajo que me dé tiempo para gastarlo en libertad, en vida, en amor.

Miro los años que dejo atrás y no puedo sino agradecer todo lo vivido. Ha habido de todo, y justamente gracias al cúmulo total de experiencias es que hoy tengo la certeza de que muchas veces lo malo se puede revertir en algo muy bueno.

Así que, agradecida de todo lo que ha significado crecimiento, entregada a gozar lo que me toca y estoy segura muchas personas esperan lo mismo. Todos merecemos disfrutar de la vida que es mucho más bonita si nos cuidamos y tratamos bien.

Feliz 2020 para todos. Les deseo un año fructífero, de ilusiones y proyectos cumplidos.

Y a mi Chile querido que lo ha pasado tan mal, le deseo fuerza, unión, paz y prosperidad. No puedo olvidar a los millones de compatriotas que viven la tremenda injusticia y desigualdad social. Me encantaría ver que por fin la clase política se une para resolver la inequidad, sin tratar de sacar ventaja. También me gustaría ver a toda la sociedad civil unida. Empatía. Pensar y ponerse en el lugar del otro.



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