Bisabuela Admida con su bisnieta Abril en los brazos.
PD: mi abuela murió el día martes 29 de enero.
Criar niños y cuidar ancianos tienen mucho en común. Ambas pueden ser experiencias muy gratificantes y enriquecedoras, pero a la vez consumen mucho tiempo, paciencia y energia, y por ello a algunos cuidadores les resultan muy agotadoras. Lo agravante en el caso de los ancianos es que se les ve yéndose, a diferencia de los niños que se les ve crecer.
Creo que no hay procesos personales que enseñen más de uno mismo, que saquen lo mejor y lo peor, que pongan a prueba, que muestren y que exijan.
Dejar llorar solo a un niño, es lo mismo que dejar días enteros a un anciano sin compañía. Daña. Es abandono.
Dar comida una vez al día y tener un techo no basta. Para un niño crecer sin contención tendrá graves consecuencias. Abandonar a un anciano es esperar que se parta su corazón, física y emocionalmente. Y esto último, lamentablemente, no es una metáfora.
Cuidar es dar, dar amor. El mal es falta de amor. Sobra ego y falta compasión.
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