viernes, 10 de marzo de 2017

Amo mi profesión. Hablar. Sanar. Terapia.

Algo que escribí el 6 de noviembre del 2013 en Facebook y que un amigo ayer comentó.




Amo mi profesión, amo mi trabajo.
Soy una mujer afortunada, producto de todo lo que fui, de lo que me pasó, de lo vivido, hoy puedo mirar, escuchar, abrazar y leer a muchas mujeres.
Puedo comprender el desamparo emocional y soy capaz de ponerme en el cerebro y corazón del otro porque he vivido el desamparo emocional en carne propia.
Lo que más difícil se torna algunas veces, es mostrarnos tal cual somos, ser libres de mentiras ... El trabajo terapéutico consiste en eso, en iluminar lo que nos asusta, lo oculto, lo no dicho. 
Hablar para re-narrar la propia historia.
Es bonito.
Difícil.
Intenso.
Se necesita confianza.
Y valentía.
Y me hace muy, muy, pero muy feliz poder ayudar y conocer cada vez a más mujeres VALIENTES.






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