Puede no gustarnos la alcaldesa Barriga, puede que no estemos de acuerdo con su política o con lo que dice, puede que hasta no nos guste el color rosado o Hello Kitty (que a ella le encanta); pero eso no le da derecho a nadie, menos a las autoproclamadas verdaderas feministas, a mofarse y a hacerle bullying.
Pasa lo mismo con la presidenta Bachelet, he leído cada barbaridad, "chancha indecente", "guatona cu...", "vieja gorda y fea", "chanchelet" y así suma y sigue. ¿En serio son adultos los que escriben eso? Qué pena por ellos. Pero eso es bullying y del más infantil.
Luego en los muros de esas mismas personas "respetuosas" aparece como foto de perfil "NI una menos".
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