Lo que no me gusta son los clichés sobre ser madre. El hecho de ser madre no hace que una se convierta en mejor mujer o persona. Es más, hay algunas que son unos verdaderos monstruos.
No existe una forma ideal o perfecta de ser madre, existen mujeres que habiendo parido o no, se desempeñan en esta función, donde la mayoría de las veces nos equivocamos porque no hay un manual ni un mejor "modo" de ser madre.
Ser madre es algo que cada una define en el contexto de su vida. Para algunas puede ser una oportunidad de crecimiento, de cambio, de responsabilidades y felicidad, para otras puede ser algo de lo que se arrepentirán por siempre. La maternidad es una tremenda labor, importantísima, pero no hay una única manera de serlo y tampoco es la única labor a la que estamos destinadas las mujeres.
Cada madre, cada hijo es diferente. No existe la madre perfecta o infalible. Ojalá existieran menos madres sufrientes, sacrificadas, súper héroes que se sienten chófer, pediatra, doctoras, psicólogas, profesoras, la flor más linda del universo. La gran mayoría de las madres del mundo hacemos eso: cuidamos, enseñamos, limpiamos mocos y no dormimos cuando tenemos hijos enfermos, pero somos personas, mujeres, no santas, no héroes. Eso de ser súper mamá se vuelve una carga pesada cuando se lleva el peso de todo encima.
En vez de pedir reconocimiento en estas fechas o de contar lo "sacrificadas" que son sus vidas, mejor pedir ayuda, hablar. Es verdad que a veces estamos más solas, sin familia, sin amigos, sin una red de apoyo y lo hacemos lo mejor posible. Pero no nos confundamos, la crianza no nos compete sólo a nosotras, las madres. La crianza es una responsabilidad de todos los involucrados, madre, padre, familia, sociedad.
El mejor regalo, y no sólo para el día de las madres, es no idealizar la maternidad y reconocer que en esta tarea no tenemos por qué estar solas y actuar en consecuencia. Menos halagos y más responsabilidad compartida en la crianza.
El mejor regalo, y no sólo para el día de las madres, es no idealizar la maternidad y reconocer que en esta tarea no tenemos por qué estar solas y actuar en consecuencia. Menos halagos y más responsabilidad compartida en la crianza.
No hay comentarios.:
Publicar un comentario