Cualquier recomendación de crianza que fomente el maltrato infantil, que transgreda los derechos de la infancia no debe ser oída, aunque lo diga un supuesto "especialista", la vecina, la abuelita o la biblia.
Los maltratos, los gritos, las duchas frías, la "vara" para enseñar, las humillaciones, las indiferencias, las palabras ofensivas, el "Time out" (dejarlos solos para pensar) no promueven la salud mental, sólo la empeoran.
Con descargas eléctricas la obediencia es casi instantánea, no por eso vamos a andar electrocutando a nuestros hijos. Que el método sea eficaz no quiere decir que sea sano o recomendable para la infancia.
Mejores son las palabras, cariño, empatía, cuidados, informar sobre los límites más que imponer los límites, MIRADAS, miremos a nuestro niños.
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