viernes, 31 de mayo de 2019

El bullying se germina en los hogares. Padre obliga a caminar 8 km para ir al colegio a su hija...

Anda dando vueltas un video en el que un padre obliga a su hija de 10 años a caminar 8 Km para ir al colegio (en invierno, con 2 grados) por hacer bullying a una compañera.

No es la primera vez que circulan por las redes sociales vídeos donde castigan niños y que de tanto aplaudirlos se vuelven virales. Yo cada vez me convenzo más que hay mucho ego y un sadismo escondido en esos padres. Disfrutan sintiendo ese poder y alardeando en público del mismo.

Lo que ese padre ha hecho es humillar a su hija y además la ha humillado en público. Y luego nos preguntamos por qué los niños son violentos, cuando son siempre las principales víctimas de abuso y humillación por parte de sus padres y de la sociedad en general que no cuestiona, sino que por el contrario, aplaude los malos tratos hacia la infancia. Que aplaudan en las redes sociales, la verdad no me sorprende nada, pero que compartan estas noticias como ejemplo de educación y crianza psicólogos o personas relacionadas con la salud mental, me preocupa. Necesitan volver a estudiar. A actualizarse urgente.

El bullying se germina en los hogares, lo más seguro es que esa niña ha sido criada en un ambiente en el que ha normalizado la violencia, y el castigo y la humillación que está recibiendo es un reflejo evidente de lo que hay detrás de su conducta, y por eso la niña abusa de otro que considera más débil.
Los niños aprenden lo que viven: si viven en amor y respeto, aprenderán a amar y a respetar.

Si viven castigos o formas de educación violentas, si sufren carencias afectivas, si nadie les hace caso, si se burlan de sus fallos, si se habla despectivamente de ellos o a ellos, si se les dice que son tontos o malos, si sufren comparaciones con sus hermanos, si sufren humillaciones, si se descarga en ellos las frustraciones diarias, pues eso es lo que harán a los otros.

Obviamente, hay mucha gente que no lo ve y tampoco quiere verlo, porque sigue atrapada en las propias estrategias que necesitó de niño para convencerse que lo que hacían sus padres con ellos estaba bien.

El hecho de que la niña sea una abusadora necesita atención, pero el padre en vez de reflexionar con ella para entender el por qué de su comportamiento y ayudarle a canalizar de forma menos dañina sus emociones, apela a la humillación. Queda claro dónde aprendió la niña a justificar la burla, a desconectarse de los sentimientos de sus semejantes. Todo queda claro al ver el video.

Lamentablemente, con esta humillación (que de paso servirá para que sus compañeros se burlen de ella) no se corrige nada, sino que aumenta el sentimiento de rabia que la niña acumula dentro de sí.

No está sintiendo más empatía hacia los demás, sólo aprenderá, si acaso, a obedecer y en cuanto tenga la oportunidad de humillar a otro, lo repetirá.

Hay que entender que la infancia es por definición la etapa de recibir amor y cuidados. De la cantidad y calidad del amor recibido, dependerá la salud emocional futura y la capacidad de madurar bien.

Los adultos y el entorno hacen a los niños violentos. Por eso no deberíamos asombrarnos de que ellos hagan lo mismo con otros niños, y que esto no lo sepa un psicólogo, es del terror. Años de estudio y no entendieron ni papa, algunos lo exageran todo y otros son casi astrólogos.

Lo que los niños y adolescentes necesitan es ser respetados y vivir en un ambiente pacífico, no que les hagan más daño por algo que los adultos les han enseñado a hacer.