viernes, 14 de julio de 2017

Las palabras, el lenguaje construyen (o destruyen) realidades.

¿Ven que tan perdida no andaba? Hoy leo que eminencias del Derecho en Chile consideran erróneo el fallo de la Corte Suprema.

Hace pocos días también critiqué el fallo de la Corte Suprema por el caso de Nabila Rifo ya que rebajó la condena a un tipo que golpeó a su ex pareja con piedras en la cabeza y luego le sacó los dos ojos. Según la Corte Suprema no existió intención de matarla.

Escribí que las leyes no sirven para nada si no hacen justicia y sin gente decente que las administre y que para eso existe la ética. También escribí que es gravísimo, no sólo porque no hace justicia, sino porque este fallo crea un precedente ya que con esta interpretación que hicieron los jueces no faltarán los hombres que intentarán matar mujeres y se acogerán a este irrisorio fallo.

Defensor del acusado dijo: “Habría sido más barato haberla matado que simplemente haberla dejado viva”

Las palabras, el lenguaje construyen (o destruyen) realidades y eso no lo pueden obviar los encargados de hacer justicia.